Periódico Escolar

Hace milenios y milenios, cuando el tiempo mismo empezaba a girar y girar sin detenerse, solo se hallaban criaturas creadas para ayudar en la gran creación del todo que un ser superior al entendimiento ordenó con solo pensarlo, este ser es aquel que se conoce como “Dios”. Pero este ser quería algo más, quería algo que fuera entretenido, algo que le ayudara a librarse del gran aburrimiento que le atormentaba desde inicios de su existencia misma.

Pasaron ideas por su cabeza, pensamientos que lo llenaban de intriga, quería crear vida pensante, vida racional y para esto primero decidió crear una especie de criatura que salió de la misma luz pero que realmente podía razonar

-Tal vez si le diera forma sería más entretenido- pensó con detenimiento aquel ser, así que se empeñó en hacer que esta criatura tuviera una forma llamativa pero no muy exagerada, quería algo simple pero que despertara intriga. En realidad, no pasó por su mente algo de tal magnitud y simplemente dejando de lado aquella criatura de luz se empeñó en un nuevo ser, al cual llamaría como “hombre”

 -y claro, no puede estar solo- dijo con su voz penetrante llena de tal entusiasmo que la misma nada tembló por un segundo, así que creo acompañantes, creó un hogar, creó una pareja para aquel ser, y con el pasar de los siglos, por fin logró el entretenimiento buscado, solo que, aún quedaba algo que el mismo ser más allá del entendimiento y con poder sin límites ignoraba, y era la criatura de luz que había dejado a medias, ésta criatura pudo observarlo todo el tiempo, ya que existe sin necesidad de existir, está en todo sin necesidad de estarlo, simplemente vive para vivir.

 La criatura fascinada por tal creación decidió aprender sobre su pensar, quería entender cómo su creador les dio tal capacidad de pensar pero también el por qué les dio la finalidad de morir, así que observó la formación de toda civilización, y así pasaron años y milenios, hasta que se cansó, no podía seguir viendo como el “hombre” creado para vivir un periodo corto de vida, moría a manos de otro aquel que tenía la misma finalidad, no entendía el por qué lo hacían, era algo innecesario pero no  paraban de hacerlo, hasta que la misma entidad de luz se decidió a poner un cambio,-no permitiré que aquellos pobres seres sigan sufriendo sólo para entretener a este ser casi insensible, no! que sea mí creador no me impide intentar un cambio, haré que todo cambie, dijo con voz enfurecida y amenazante.

Bajó al mundo de los mortales llamados “hombres”, y trató por mucho tiempo y de distintas formas de hacer que comprendieran que sus actos solo beneficiaban a ese “Dios” sin misericordia alguna. Pero era en vano, no escuchaban y no querían escuchar, simplemente no les interesaba, querían poder sin importar si cometían actos de desprecio o traición hacia su propia familia.

El ente de luz no se daría por vencido, aunque pasaran siglos y siglos, un día decidió tener contacto con uno de estos seres. Y es que aconteció un día sin aviso, que una chica de un pequeño pueblo en Grecia salió a recoger hiervas para su enferma madre a causa de los brutales actos de su padre. Estaba cansada y solo quería que su infame padre entendiera lo que ocasionaba contra su familia, aquel ser de luz pudo notar por lo que pasaba esta pobre chica y por supuesto que la ayudaría.

Se mostró ante la chica en forma de una suave melodía que calmaba su pensar para que en su día a día pudiera continuar, la chica sin miedo alguno sintió deseos de preguntar, oh cruel mundo, ¿qué esperas de mí obrar? ¿Puedo continuar sin siquiera sentir? O ¿acaso esperas que actúe como si no pudiera ya vivir? Trato de no sentir, pero sin razón aparente llega una melodía de calma que me llena de esperanzas de que un día mí padre entienda mí sentir y a mí madre en paz, la deje vivir.